Cuando creamos partidas y personajes pregenerados uno de los factores más importantes que conseguirá que nuestros jugadores disfruten de la sesión y logremos el ansiado fenómeno de suspensión de la incredulidad, será el grado de identificación de los participantes.
Por ‘identificación’ entendemos el fenómeno psicológico de sustitución temporal del yo superficial por otro concepto externo, sea el que sea. Dicho fenómeno surge cuando, básicamente, nos ‘olvidamos’ de nosotros mismos debido a una experiencia que nos conmueve, hipnotiza, sobrecoge o seduce.
Al reflexionar sobre el concepto propuesto observo cómo la identificación existe, o puede existir, prácticamente hacia cualquier cosa. Existe identificación en la lectura de una novela, en el disfrute de una película, en un paseo por la playa, practicando un deporte, incluso en la contemplación de un objeto que deseamos tener o no tener, etc. Habría infinidad de ejemplos ya que se trata de un fenómeno cotidiano y, por tanto, estudiado por las disciplinas que pretenden entender los comportamientos sociales relacionados con la suspensión del yo en la toma de decisiones (marketing, laboratorios de ideas, creadores de opinión,etc)
Y en lo referido a nuestro campo me pregunto ¿cómo aplicarlo de manera efectiva a mejorar nuestras partidas de rol?
Después de recapacitar sobre el tema he considerado 7 factores de identificación básicos en los que una persona puede sentir el fenómeno de suspensión de la incredulidad hacia una experiencia de partida más potente.
Localizar las fuentes de ese sentir se convierte en una herramienta poderosa en las manos del Dj si se propone potenciar la experiencia de la inmersión en partida, y que los jugadores se impliquen en la misma. También pueden entenderse como los factores que nunca se deben atacar para que el jugador no sienta que el ataque va dirigido hacia su persona, ya que al existir un posible desplazamiento del yo, por temporal que sea, es cuando surgen las identificaciones más "territoriales", y de pronto nos encontramos defendiendo ideas, banderas o elementos como si tuvieran más importancia que las personas.
Localizar las fuentes de ese sentir se convierte en una herramienta poderosa en las manos del Dj si se propone potenciar la experiencia de la inmersión en partida, y que los jugadores se impliquen en la misma. También pueden entenderse como los factores que nunca se deben atacar para que el jugador no sienta que el ataque va dirigido hacia su persona, ya que al existir un posible desplazamiento del yo, por temporal que sea, es cuando surgen las identificaciones más "territoriales", y de pronto nos encontramos defendiendo ideas, banderas o elementos como si tuvieran más importancia que las personas.
Estos 7 factores son generales y, por tanto se debe asumir que no pretenden resumir la totalidad de posibilidades. Si encuentras otros que para tu grupo son relevantes o alguno de estos no lo es, tacha y escribe sin dilema.
Para darle cierto orden a esta enumeración he ordenado los factores en círculos concéntricos, comenzando por el más externo y amplio y dirigiéndonos hacia el más interno y específico.
1- La identificación con el rol.
Se da cuando hemos hecho del rol algo de mucho peso en nuestra vida, convirtiendo la acción de jugar o el hecho de leer manuales en actos de especial importancia.
La tendencia en esta identificación es la solicitud a jugar a cualquier cosa; esto ocurrirá cuando no tengamos una abundancia tal que nos obligue a seleccionar las experiencias.
2- La identificación con la ambientación.
Es ‘ese’ juego en concreto el que te ha enamorado. Es jugar en ‘ese’ mundo, siendo un ser de esa ambientación lo que nos causa la identificación; no importa tanto quién dirija o la trama de la partida, solo por jugar a ese juego de rol que se ha hecho especial para nosotros ya tendremos predisposición a la inmersión.
3- Identificación con la trama o partida.
Cuando comenzamos a jugar una aventura y de pronto la trama, durante su desarrollo, nos atrapó por completo.
En este caso es la historia la que nos tiene inmersos. Su misterio, su acción, el peligro de la muerte, cómo se va transformando con el paso del tiempo, su drama, la espera de las conclusiones, el deseo final de ver el conjunto y comprenderlo todo.
4- Identificación con el sistema de juego.
Tal vez no sea ni la ambientación ni el director o la directora, ni la historia, sino el dominio y diseño de la mecánica lo que nos motiva y estimula hasta la identificación óptima.
Cómo la mecánica afecta a la ficción, cómo se relacionan, cómo permite mayor realismo o ofrece más grados de libertad a los jugadores, cómo potencia la creatividad y consigue que los deseos de los jugadores se lleven a cabo a través de sistemas de recompensa o estrategia matemática.
Cuando manejar las hojas, las tiradas o la mecánica nos provoca tal deleite que todo lo demás se convierte en un complemento relativo es que hay algo del sistema que nos fascina y nos sumerge en lo que buscamos.
5- La identificación con el grupo de juego.
Cuando la confianza y la complicidad dentro de un grupo de juego es especial, el tipo de identificación también. Sólo por saber que se va a jugar con ellos se genera una actitud interna que nos predispone a la inmersión de manera automática. Sabemos que con ellos nos vamos a divertir, que tendremos una experiencia rolera estupenda.
Este sentimiento de unión se puede dar entre grupos recién cohesionados, o consolidarse con el paso de los años, de manera que la inmersión sea un factor inherente al hecho de jugar con ciertas personas con la que se ha hecho piña.
6- La identificación con el director o directora de juego.
Puede que para nosotros exista un Dj que transmita de una manera especial provocándonos una inmersión más sutil e intensa de lo habitual. Esto es natural, existen sistemas de comunicación, técnicas específicas que se pueden aprehender, utilizar y mejorar para transmitir mensajes, ubicaciones o descripciones, pero por muchas técnicas que se empleen, siempre existirá una criba intuitiva y subconsciente que nos indique con quien nos gusta más jugar.
Sea por su forma de ser, su talento natural o un ‘nosequé’ que nos transmite, unos o unas directores nos crearán con más facilidad que otros, causando una afinidad natural a crear desde ellos la sensación de suspensión de la incredulidad.
7- La identificación con el personaje.
Esta es, para mi, una de las identificaciones más potentes. Cuando tu personaje te resulta fascinante y se convierte en el eje de gravedad de tu experiencia en la partida.
Te apasiona su trasfondo, sus habilidades o sus posibilidades y estás deseando explorarlo. Tu personaje te da ganas de hacer cosas, de relacionarte con otros Pj y Pnj y de jugar desde su piel.
Desde mi punto de vista esta es la identificación más intensa y más fácil de intensificar, dado que en el mismo acto de jugar a rol existe una inclinación natural a sustituir nuestra identidad por la del personaje, que es lo mismo que identificarse con él, algo mucho más complejo de hacer con la historia y dificilísimo de conseguir con el sistema o la ambientación.
Una identificación profunda con nuestro Pj nos ofrece la posibilidad de una experiencia de juego basada en simulaciones emocionales intensas y personales, con capacidad para trascender el marco de partida y emocionar al ‘yo’ aletargado que se supone a salvo tras el umbral que separa la realidad de la ficción rolera.
Y la pregunta final a todo esto sería: ¿para qué nos vale?
Como Dj muy a menudo no tenemos ni idea de cuál ha sido el fallo de la partida o cuál su acierto. Y esa sensación puede ser muy frustrante. En este sentido, podemos considerar que hay tipos de identificación que no podemos dominar como directores de juego, o cuyo dominio es muy reducido. Pero hay otros que sí, y esa es la base de la idea.
Para poder enfocar nuestros esfuerzos sobre un tipo de identificación específico, lo primero que hay que hacer es aislarlos unos de otros, que es la intención última de esta entrada.
Por tanto nos debemos preguntar: ¿Cómo potenciar el grado de identificación de los jugadores hacia cualquiera de los factores citados? casi todos tenemos un poquito de cada factor, nuestra primera misión es descubrir cual es nuestro orden (que no tiene porque ser siempre el mismo) en cada partida, y luego el de nuestros compañeros, y alimentarlos a tope hasta que la partida explote de molonidad.
¿Pero cómo?
¿Pero cómo?
Pues intensificando cada factor siempre que se pueda, y cuidándonos de, a la vez, no atacarlo.
- Ataco el sistema de juego si no sigo sus reglas.
- Ataco la ambientación si no respeto su historia o datos.
- Ataco al grupo de juego si creo conflictos sin sentido en él.
- Ataco al Dj si mino su autoridad en las decisiones subjetivas
- Ataco al Pj si su trasfondo o identidad carecen de fuerza para afectar a la trama.
- Etc.
Y a la vez:
- Potencio al Pj si su trasfondo entre y sale de la trama.
- Potencio el sistema si, dominándolo, este define la resolución de las escenas.
- Potencio la trama si la cuido y pulo después de las partidas, atando cabos y dando cohesión a los datos.
- Etc.
¿Qué tipo de identificación tienes como Dj?
¿Y como jugador?
¿Y tus compañeros de mesa?
¿Puedes potenciar la experiencia de tus compañeros (tanto comoDj como jugador) descubriendo y avivando sus identificaciones favoritas?
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