lunes, 2 de noviembre de 2015

Pregunta 2. Imagina un pueblo al que vamos a llamar… ¿Qué local/edificio es el que está pasando por tu mente?

Pregunta 2: Imagina un pueblo al que vamos a llamar… Homlet. No, Homlet sería demasiado obvio. Vamos a llamarle Highdell. Highdell es un pueblo que llega casi a la categoría de ciudad, si no fuera por que todos sus habitantes siguen llamándole “el pueblo de Highdell”. Esta rodeado de montañas, sin encontrarse en un sitio escarpado. Esta cerca del mar, sin tener puerto. Y lo atraviesa un camino comercial, sin ser una ciudad destino. En ese pueblo-ciudad, en el que de vez en cuando descansan grupos de aventureros, existen numerosos locales que les resultan interesantes, tanto a los habitantes como a los propios aventureros, aunque estos vayan de paso. ¿Qué local/edificio es el que está pasando por tu mente?



Una casa de tejado muy vertical, al estilo suizo, tan amplio y estirado que casi llegase al mismo suelo, pero un tanto retorcido ya por el paso del tiempo sobre las vigas. Su chimenea es gruesa, de ladrillos y piedra y suelta una columna irregular de humo blanquecino.  Es la casa del astrólogo local, Ieta Mordinai, todo el mundo lo conoce en el pueblo. Su casa compite en altura con la atalaya de los llamados, la estructura que la aldea utiliza para sostener las campanas de alerta que se usan para advertir de cualquier inconveniente grave a todos los campesinos que pudieran encontrarse en los valles trabajando.

Alrededor de la casas hay un pequeño y simbólico cercado, un tanto destartalado. Dentro, entre la casas y la valla un jardin parce luchar por conquistar un huerto... o viceversa, o ambos aúnan fuerzas para enfrentarse al abandono. 

Si nuestros aventureros se aventurasen a acercarse a esta estructura, deberian rodearla buscando su entrada, pues esta rechaza e ignora el camino principal de la aldea. Y mientras la rodeasen verían como sobre su tejado varios instrumentos o mecanismos asoman entre sus piezas de pizarra y piedra intentando aprovechar la fuerza del viento, transmitiendola al interior del hogar, o como fallidos espantapajaros metálicos se han oxidado en posiciones un tanto sordidas, perdida ya la capacidad de moverse que debía ofrecerle las barras de hierro y mecanismos que asoman desde los pequeños ventanucos abiertos de lo que solo puede ser un sótano.

Distintas piezas de cristal asi como láminas de cuarzo finamente cortado en rodajas cuelgan cerca de la puerta ofreciendo un suave sonido de acústica mágica y sutil. La puerta destaca una de las caracteristicas de este edificio: huye por completo de las lineas rectas asi como de las formas geométricas. Es casi como los edificios que le rodean... pero solo casi, solo se aproxima.  Esta se  compone  por una  gruesa y fuerte pieza de roble con incrustaciones de cristales tintados de colores separados por finas lineas de plomo. Huele a polvo, a flores secas al sol y a aceite de oliva embrutecido con esencias. El llamador es la empuñadura de una vieja espada muy habilmente trabajada con cuero y cuerda de la que hay que tirar, el tirador de la misma puerta es una mano de bronce que se te ofrece para cerrar algun tipo de encuentro cordial... pero sería ciertamente inutil que llamasen si buscan al astrólogo. Es mucho más habitual encontrarlo en las colinas y laderas circundantes, estudiando el cielo, o en la taberna local, estudiando a los hombres... quiero decir... bebiendo y charlando.

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