sábado, 14 de noviembre de 2015

Danzo en mi caja invisible.



Pasión y delirio, cólera y abstracción... más allá de las estancias cavernosas que en nuestro cerebro nos identifican con un nombre, más allá de los recodos siniestros que nos convencen a cada amanecer que somos nuestra identidad. Más allá, dancemos desprendiéndonos de imágenes y símbolos, descargando nuestro ser de etiquetas y conductas. Descubriendo nuevos reflejos que nos ofrezcan nuevos recodos, ángulos de un universo oculto a espaldas rígidas y estructuradas. Las puntas de mis pies rozan el agua, extiendo los brazos y vuelo en mi caja, todo es relativo, todo es interpretable. Más allá de estas paredes, el director define el universo, aun no sé quien voy a ser cuando se alce el telón, me descubriré danzando, ilimitada, sorprendida, pues nada posee límites sino la mente que se sabe definida.

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