No ocurre en todas las partidas, por supuesto. Pero en algunas mágicas, en aquellas donde uno se sumerge en su personaje de un modo distinto, profundo, existe la posibilidad de encontrar de improvisto perlas preciosas.
La interpretación de personajes para jugadores y Dj es todo un dilema. No somos pocos los que nos repetimos como un mantra que esto no es teatro, y que la diversión no se basa en la inmersión o en la identificación radical en el personaje, sino en compartir la mesa de juego y las aventuras con amigos o, al menos, con apasionados como tú.
Existe el metajuego que, como el uso del sistema de juego, nos invitan a salir a la superficie a respirar realidad, a salir de la inmersión interpretativa y volver a tu yo, que nunca se ha ido del todo, y a comentar con los demás lo bien que lo estás pasando. O al menos es lo deseable.
Estas dos formas de emerger a la realidad son, para mi, las dos más comunes, pero hay muchísimas más: desde el móvil al repartidor de pizza, por no hablar de la simple mente que, con su cháchara ilimitada, no para de canturrear que somos lo que somos, y opinamos lo que opinamos.