Buscar las palabras adecuadas para expresar abstracciones no es tarea sencilla. Personalmente hace tiempo que intento encontrar las mías para debatir sobre el acto de imaginar en nuestras partidas de rol sin parecer un demente o un imbécil; y como aun no las he encontrado y me agoto de esperar… pues he aquí esta recopilación de reflexiones.
No han sido pocas las personas que me han dicho, afirmando taxativamente, que ellos no saben imaginar. Que no imaginan. No ven cosas con su mente lo suficientemente nítidas u coherentes como para divertirse con ello o encontrar en el acto de imaginar una fuente de placer o abstracción.
Esta postura no tiene una respuesta fácil y por tanto suele generar debates estupendos, debates que, desde mi punto de vista, molaría mucho ver con más frecuencia en el mundo del rol.
¿Cómo imaginamos? ¿Qué desata nuestra imaginación? ¿Cómo la potenciamos? ¿Qué la hace aumentar o decaer en nuestras partidas?
Son preguntas relacionadas con nuestra experiencia como jugadores y comprometedoras para con nuestra capacidad de evocación como directores de juego. O dicho de otro modo:
¿Cómo potencio la imaginación de mi mesa de juego? ¿Tengo mecanismos para identificar los recursos que hacen imaginar con más intensidad a mis jugadores? ¿Percibo cuales de mis acciones hacen que los jugadores se desvinculen de la ficción durante una partida?
Este tema es una ballena inmensa. Tiene muchos frentes y es necesario por tanto tratarlo con cautela. La imaginación es uno de los procesos cognitivos más delicados de argumentar de nuestro “ser humano” y probablemente uno de los ejercicios psicológicos más complejos de descifrar y comprender. Sobra decir que nuestra intención aquí no es descifrar nada, no somos nadie, tan solo es expresarnos y debatir, si a alguien le place, el asunto en los comentarios.